Pipetas y su uso en el laboratorio

 
Las pipetas son herramientas imprescindibles en cualquier laboratorio, ya que son utilizadas para medir y transferir volúmenes precisos de líquidos. Existen diferentes tipos de pipetas, cada una diseñada para una función específica, y se clasifican según su capacidad, rango de volumen, precisión y tipo de líquido que se va a pipetear.

Las pipetas de vidrio son las más comunes en los laboratorios, y se dividen en dos tipos: las pipetas graduadas y las pipetas volumétricas. Las pipetas graduadas tienen una graduación en su cuerpo que permite medir un rango de volúmenes, mientras que las pipetas volumétricas tienen una marca de volumen en su cuerpo y se utilizan para medir un volumen específico. Ambas pipetas deben ser manejadas con cuidado, ya que son frágiles y pueden romperse con facilidad.

Las pipetas automáticas, también conocidas como micropipetas, son una opción más moderna y precisa. Estas pipetas tienen un mecanismo que permite ajustar el volumen deseado con precisión, y se utilizan para medir pequeños volúmenes de líquido. Las micropipetas son especialmente útiles en la biología molecular y la genética, donde se requiere una alta precisión en las mediciones.

Para utilizar las pipetas correctamente, es importante seguir algunas recomendaciones. En primer lugar, es necesario asegurarse de que la pipeta está limpia y seca antes de utilizarla. Además, se debe comprobar que el líquido a pipetear está a la temperatura adecuada y que la pipeta está a la misma temperatura. Esto es especialmente importante en la pipetear líquidos viscosos, ya que la temperatura puede afectar la viscosidad y, por lo tanto, la precisión de la medición.

Es importante tener en cuenta que cada tipo de pipeta requiere una técnica de pipeteo diferente. En general, es recomendable sostener la pipeta verticalmente y sumergir la punta en el líquido, asegurándose de que la punta esté completamente sumergida. Una vez que la pipeta está llena de líquido, se debe retirar la punta del líquido y colocarla en el recipiente de destino. Para evitar errores en la medición, es recomendable expulsar el último residuo de líquido de la punta de la pipeta.

En conclusión, las pipetas son herramientas indispensables en cualquier laboratorio, ya que permiten medir y transferir volúmenes precisos de líquidos. Es importante elegir la pipeta adecuada para la función requerida y utilizarla de manera correcta para garantizar una medición precisa y confiable.